1) Colocar las semillas de Chía en remojo, apenas cubriendolas con agua.

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2) Colocar los pistachos y 2/3 de las Semillas de girasol en una procesadora. Procesar hasta que no queden trozos grandes, pero tampoco hasta formar una harina. Debe resultar en una textura crocante.

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3) Mezclar los pistachos y las semillas de girasol trituradas junto con la avena, las semillas de chía (procurar que hayan estado en remojo al menos media hora), el resto de las semillas de girasol (enteras), la sal, el hinojo en polvo, el polvo para hornear y el bicarbonato de sodio. Revolver bien.

 

4) Rallar las zanahorias bien chiquitas y agregarlas al resto de los ingredientes. Integrar revolviendo bien.

 

5) En una taza mezclar el agua, la miel y el aceite de coco e integrar el líquido resultante con el resto de los ingredientes.

 

6) Integrar bien todo hasta formar una suerte de masa levemente húmeda y con textura. Colocar en un molde previamente aceitado o cubierto con papel de Cocina. Aplastar bien con una espátula o el revés de una cuchara.

 

7) Llevar al horno a 180º durante 20 minutos, luego desmoldar y cocinar del otro lado durante 20 minutos más.